1. Aplicaciones Cloud de
presencia web y e-commerce.
Este tipo de soluciones están dirigidas a pymes y
profesionales que quieren poner en marcha su página web o vender ‘online’ en
cuestión de minutos. No son un servicio de hosting al uso, sino más bien
aplicaciones ‘todo en uno’. Estas aplicaciones son muy fáciles de usar y tienen
un coste mensual muy reducido. El usuario también tiene una alta capacidad para
personalizar esta herramienta.
Estas aplicaciones, como webmaker
o Tienda
Online, no requieren conocimientos técnicos de ningún tipo. Por esta
razón, son muy útiles para negocios y autónomos de cualquier sector.
El usuario accede a través de Internet a una
plataforma que le permite publicar su información en cuestión de minutos. Sólo
tiene que actualizar los contenidos, el proveedor se encarga de todos los
aspectos técnicos .
2. Hosting compartido.
Este tipo de hosting
está dirigido a proyectos web que no sean técnicamente muy complejos. Este tipo
de páginas no necesitan la potencia de un servidor exclusivo para un cliente.
El hosting compartido se articula en planes de
distinta capacidad técnica (espacio web, cuentas de correo electrónico…) que el
usuario gestiona fácilmente desde un Panel de Control. Es una opción a tener en
cuenta para webs con un cierto desarrollo de programación y bases de datos.
No hace falta tener conocimientos de administración
de servidores, el proveedor asuma la gestión técnica de las máquinas. Sí es
recomendable, sin embargo, tener un mínimo de conocimientos informáticos.
3. Servidor Virtual Privado
(VPS).
Decantarse por un servidor virtual privado (virtual private Server
o VPS) es una buena opción para proyectos que requieren mayor flexibilidad.
También para páginas que necesitan más capacidad que la que proporciona un servicio
de hosting compartido.
Este tipo de hosting resulta muy apropiado para los
desarrolladores. Estos profesionales pueden hacer pruebas de forma fácil para
poner en marcha páginas de cierta complejidad técnica.
Los VPS requieren conocimientos básicos de
administración de servidores. Aún así se manejan desde una plataforma online.
4. Servidor dedicado.
En el servidor dedicado, el proyecto web usa todos
los recursos de un uno o varios servidores. Está destinado a proyectos cuyo
alojamiento requiera una capacidad técnica destacada.
Son una buena opción para empresas que usan muchos
recursos. También para agencias de diseño web que agrupan sus desarrollos en un
único servidor para mayor comodidad.
Los servidores dedicados son muy potentes, pero
requieren conocimientos de administración de servidores. En cualquier caso esta
función se puede delegar en el proveedor.
5. Cloud hosting.
Es el hosting más avanzado y proporciona los
mayores ratios de disponibilidad, capacidad técnica y escalabilidad del
mercado. Los proyectos no dependen de una máquina, con una u otra capacidad
concreta, sino que están en una avanzada plataforma Cloud Computing. Ésta pone
todos sus recursos a disposición de los clientes y lo hace como si fuera un
servicio, como el agua o la electricidad. De este modo, un proyecto sólo usa
los recursos que necesita en cada momento.
Estos servicios son lo más parecido a gestionar un
centro de datos propio. Pero es una opción mucho más cómoda para los
departamentos técnicos de las empresas. No tienen que trabajar con servidores
físicos en su día a día.
Todas las opciones se administran desde un panel de
control. El Cloud Hosting está muy indicado para nuevos proyectos tecnológicos
o empresas que necesitan mucha capacidad en momentos muy concretos, como un
lanzamiento.